“Clean water and
healthy soil: these are the
foundations of human
and social health. Forget chlorination and the welfare state and go
to the
heart of the
problem-the
basic resources of a
nation. ”
Bill Mollison,
Permaculture II
En
nuestra eterna busqueda por simbolizar y comprender los problemas
actuales, tendemos a perder la vision de campo, lo
que en terminos similares la mitologia expresa con: “los arboles
no nos dejan ver el bosque”. Hoy mas que nunca necesitamos
recuperar la vision holistica a la hora de afrontar cualquier
problema, y quiero dejar en este texto mi granito de arena al
respecto.
Un
grupo cada vez mas amplio de la sociedad esta siendo consciente del
problema que se presenta a causa de la sobreexplotacion de los
recursos fosiles y naturales y la centralizacion en megaurbes, vemos
como la mayor parte trata de abstraerse del problema, como que no va
con ellos, tambien la clase politica mira hacia otro lado, seducidos
por los cantos de sirena. De este modo como siempre ha sucedido
tendremos que ser los desempoderados de la sociedad, los descastados,
los que tengamos que recuperar la voz de la cordura ante el
impresionante desaguisado ambiental,cultural y social en el que nos
hemos metido.
No
voy a gastar ni un solo parrafo en contrariar a aquellos que siguen
esperando una nueva revolucion tecnologica, hay rios de tinta
escritos desacreditando cada una de las gallinas de los huevos de
oro, o de los bellocinos, que nos ponen cual zanahoria para que no
viremos el rumbo directo al Colapso que llevamos como sociedades.
Prefiero
echar la vista atrás, a la historia pues como el arqueologo,
desenterrando las certezas podemos encontrar respuestas de cara al futuro. Saltemos 5 milenios
hacia atrás en el tiempo, viajemos al valle del indo en la actual
Pakistan e India, atraves de los ojos de Andre Van Lysebeth
El Mito de la Atlantida
o porque las sociedades Decaen y finalmente Colapsan
En la extraordinaria
civilización del Indo todo es un misterio: su origen, su lengua, su
escritura y hasta su fin. Ciertamente, como todo lo que vive, una
cultura nace, evoluciona, alcanza su apogeo, luego declina y
finamente muere. Sin embargo, ¿no es pasmoso que un imperio de más
de un millón de kilómetros cuadrados,
o sea Francia, Gran Bretaña y Alemania Federal juntas, con
centenares de ciudades, algunas
pobladas por decenas de miles de habitantes, haya podido desvanecerse
bajo tierra hasta el punto de que se perdiera su huella y su recuerdo
durante más de tres milenios? Ante este enigma los arqueólogos se
quedan perplejos y ninguna explicación encuentra consenso.
¿Hay que acusar a la
guerra de conquista aria? Esta explicación sólo puede ser parcial,
pues ni Mohenjo-Daro, ni Harappa, ni ninguna otra ciudad parecen
haber sido tomadas por asalto, incendiadas, y sus habitantes
masacrados. Algunos esqueletos que se encontraron amontonados podrían
provenir de un crimen cometido por ladrones. Los combates sin duda se
libraron en campo abierto, terreno ideal de
maniobra para los carros ligeros y rápidos de los invasores arios,
bien equipados para esa clase de guerra.
Sin duda los arios
aceleraron una decadencia en curso, desorganizaron el poder y
empujaron hacia el sur a una gran parte de los drávidas antes de
asestar el golpe de gracia y esclavizar a los que no habían huido.
Entre las hipótesis
planteadas está la del cambio progresivo del clima, que se volvió
ciertamente demasiado seco, demasiado cálido, por tanto menos
favorable para los cultivos. Otras, por el contrario, hablan de
inundaciones catastróficas: en efecto, las excavaciones muestran que
ciudades como Mohenjo-Daro fueron
constantemente reconstruidas al correr de los siglos, a causa de las
crecidas del Indo y los depósitos de sedimentos. Se supone así que
los ingenieros del valle del Indo no pudieron dominar
totalmente al río y una o varias presas cedieron...
Los geólogos piensan que
movimientos tectónicos podrían haber desviado el Indo, incluso
obstruido su curso, anegando toda la llanura: el continente indio se
mueve, es verdad, y el Himalaya se encontraba, en las
épocas geológicas, en el fondo del océano.
¿Y si emitimos otra
hipótesis y la civilización del Indo hubiera sucumbido a su
propio éxito? La bioarqueología nos enseña que hace 8.000
años, cuando los primeros esbozos de una civilización autóctona,
la región estaba cubierta de espesos bosques, con abundante caza.
Pero en nuestros días es una región desértica.
¿Por qué? ¿Cómo? ¿Capricho de la naturaleza o hecho humano? En
mi opinión la desertización fue precedida por la deforestación.
En esta deforestación
intervinieron dos factores. En primer lugar el desarrollo
urbano. Ciertamente las ciudades prosperaban gracias al
comercio, especialmente con todo el Oriente Próximo y Medio, pero la
agricultura local era la que debía alimentarlas y responder, además,
a la expansión demográfica del imperio. De allí una necesidad
creciente de tierras vírgenes, conquistadas al bosque.
El segundo factor es más
específicamente urbano. Lo que asombra, en todas las ciudades del
valle del Indo exhumadas, es la profusión de obras de albañilería:
ladrillos, ladrillos y más ladrillos. Ladrillos de formato estándar,
lo cual era único en la época; ¡y de una calidad tal que están
intactos después de más de
treinta y cinco siglos! Pensemos en los 160 km de balasto de la vía
férrea que iba de Multan a Lahore,
hechos con millones de ladrillos de Mohenjo-Daro, cuyo nombre
significa «colina de los muertos». Además está la cerámica: se
han extraído decenas de miles de cántaros, de ánforas, de platos, etc.
de barro cocido, el plástico de la época...
Esos millares de
ladrillos habrán tenido que cocerlos con leña, acabando así con
los bosques. Además, en la decadencia del imperio, los ladrillos
sólo están medio cocidos, índice elocuente de una grave escasez de
leña, que servía también para otros usos, como la cocina, por
ejemplo (y veamos que la
obsolescencia programada no es solo cosa actual y tiene su sentido
como indicador). Pero deforestación y desertización van
juntas: lo demuestran los ejemplos actuales. Las montañas de
Etiopía, todavía boscosas hace cien años, ahora están peladas y
el desierto avanza. Hace treinta años las laderas del Himalaya
estaban cubiertas de bosques, pero, al paso que los van cortando
salvajemente, pronto estarán desnudas...
A la desertización y»a
la escasez de alimentos que de ella se sigue añadamos la guerra y el
resultado será el éxodo hacia el sur, el debilitamiento del poder
central y el desmembramiento del imperio. En la fase decadente
aparece una especie de tugurios en pleno centro de lo que, en su
época de esplendor, eran las bellas y anchas avenidas de
Mohenjo-Daro.
extracto de “Tantra el culto de lo
femenino” Andre Van Lysebeth
A mi me resuena esta
cantinela, sobreexplotacin de recursos, obsolescencia programada para
mantener los niveles de produccion, masificacion de las personas en
los nucleos mas eficientemente productivistas, degradacion
medioambiental. Al texto le falta referir que la deforestacion,
ademas, es causa directa del aumento de las riadas descontroladas.
Lo curioso es que si
viajamos a Gobleki tepe hace 11.000 años o a Catal Huyuk hace 8000,
nos encontramos la misma realidad, lugares que antaño ocuparon extensos bosques o sabanas con
enorme riqueza en biodiversidad y que finalmente son esquilmados por
nuestra mentalidad depredadora y deben ser abandonados.
Pero vayamos al meollo
de la cuestion, lo que no queremos ver ni entender es que la
Naturaleza que es nuestro sosten vital, y con los efectos de la
contaminacion de rios, mares, atmosfera y ojo tierras fertiles
estamos acelerando
energicamente nuestra destruccion, al reproducir estos
procesos que se han producido a lo largo de la historia de forma localizada, los estamos extendiendo a todo el planeta.
De este modo el meollo es la deforestacion y la ruptura de los modos de vida descentralizados e integrados en los ecosistemas. Ante esto que mencionar el titulo del excelente libro de E. Fromm "El miedo a la libertad", como es en definitiva este instinto herido, el que estimula y ha estimulado a lo largo de la historia, nuestra huida hacia los modelos hiperconcentrados en megaurbes, que retroalimentan todos nuestros problemas. Si fuesemos capaces de entender las
implicaciones de esta vision holistica, podiamos dar freno a la
dinamica autodestructiva en la que estamos metidos.
Continuara. Un abrazo