viernes, 17 de marzo de 2017

STOP URANIO sigue movilizándose en contra de la mina ilegal de uranio de Retortillo (Salamanca)


El pasado 4 de Marzo se llevó a cabo una manifestación en contra de la realización, por parte de la empresa australiana Berkeley, del proyecto de mina de uranio a cielo abierto en los términos municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes (Salamanca). Este proyecto, catalogado de ecocidio, supone arrasar con el hábitat de dehesa de estos municipios, con consecuencias nefastas para la fauna y flora del lugar. Talando encinas centenarias en un espacio protegido por red natura2000 e incluido dentro del plan de recuperación de la cigüeña negra.




Unas 200 personas marcharon desde el pueblo de Retortillo, municipio en el que se están llevando a cabo las obras y preparaciones para el proyecto, hasta las instalaciones, pasando por una valsa ya escavada de 25.000 m2. Decir que esta valsa se hizo sin los permisos pertinentes de manera ilegal. La empresa cerró el camino público que pasaba al lado de la valsa, porque no se quería dejar pasar a los manifestantes para que no sacaran fotos del lugar.


Al llegar a las instalaciones se procedió a leer un manifiesto en contra de la mina entre consignas que decían “MINA NO, VIDA SI” y se represento un teatrillo para los más peques y no tan peques.


A la tarde se realizó una bellotada antinuclear simbólica y hubo una pequeña ruta por zonas donde la empresa esta arrancando literalmente encinas de un territorio que hoy por hoy está protegido e incluido dentro de figuras de protección como la red natura2000.




Actualmente la única alternativa viable es llevar a los tribunales de justicia a la filial de Berkeley en España para poder paralizar el proceso y parar este desastre natural. Esperemos que la justicia actúe.





De no ser por la gente que se preocupa por su entorno como los componentes de STOP URANIO, la rana antinuclear y el resto que de manera particular apoya la causa, empresas como Berkeley camparían a sus anchas dejando tras de sí una huella ecológica sin posibilidad de revertir.



A continuación os dejamos un resumen escrito por José Ramón Barrueco Sánchez, Secretario/Portavoz de la Plataforma Stop Uranio, donde explica la problemática del caso desde que comenzó y como la empresa Berkeley se ha abierto camino en su propósito, a través de una red clientelar fraudulenta, que va desde los mismo municipios hasta los sectores más altos de la administración.



En la presente información se aborda la problemática surgida en Salamanca, en pleno corazón de la dehesa, en la que ha fijado sus intereses una empresa de origen australiano que pretende explotar una mina de uranio. Para conseguir su objetivo ha forjado una red clientelar entre los municipios afectados, comprando voluntades entre la población y políticos locales a la vez que se ha beneficiado del apoyo de altos cargos de las distintas administraciones.


1.- EL PROYECTO


La empresa Berkeley Minera España S.L. tiene intención de abrir una mina de uranio a cielo abierto en la provincia de Salamanca cerca de la frontera de Portugal, en los términos municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes. En Europa sólo hay minas de uranio en la República Checa y Rumanía, habiéndose clausurado todas las minas de uranio en Europa occidental. Países como Francia, Portugal o España habían abandonado esta actividad minera por su alto impacto ambiental y escasa rentabilidad.

Desde hace 12 años se vienen realizando prospecciones para encontrar uranio en el oeste español, más concretamente en Salamanca y Cáceres. Primero fue Minera del río Alagón la empresa que comenzó con esa labor de investigación para posteriormente venderle los permisos a Berkeley resources limited, empresa australiana de minería, creando la filial española como Berkeley Minera España.

En 2007 el precio del uranio estaba a 135 dólares la libra de peso, ahora está a 22. Aparte de la crisis económica en el caso del uranio ha influido decisivamente el desastre nuclear de Fukusima en marzo de 2011. Muchos países se han replanteado el uso de esta energía que puede ocasionar muerte y destrucción como en el caso de Chernobyl (abril de 1986).

La energía nuclear está en declive, está perdiendo el pulso con las renovables. Lo único que la mantiene es que una vez hecha la inversión de construcción la producción de energía es más barata que en el caso de las térmicas o las de gas de ciclo combinado.

El parque de centrales nucleares europeas está a punto de cumplir su vida útil en la mayoría de los casos, no produciéndose renovación pues ahora mismo sólo hay dos centrales en construcción, una en Gran Bretaña y otra en Finlandia. En España se duda que se pueda reabrir Garoña y en la próxima década se cumplen los 40 años previstos de funcionamiento de todas ellas, empezando por Almaraz que debe cerrar en 2020.

Además la riqueza de ese mineral de la mina proyectada es muy escaso, del orden de 0.02% del material que se extrae es uranio, en Canada hay minas que tienen un 15% de riqueza de mineral de uranio.

El proyecto afecta a 2.500 has., se va a realizar un vallado perimetral de 27 km., aunque el hueco de mina sería de 230 has. en las dos zonas previstas (Retortillo y Santidad). En la memoria de la empresa se dice que se obtendrán 8.500 toneladas de óxido de uranio (U3O8) para lo que hay que remover 31 millones de toneladas de mineral.

Para abrir la mina se necesitan una serie de permisos de las distintas Administraciones Públicas. Así, la Junta de Castilla y León ha otorgado la concesión de explotación según Anuncio del Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de Salamanca publicado en el BOCYL de fecha 04/06/2014. El Ministerio de Industria ha dado la autorización previa (BOE de 25/09/2015) para la planta de concentrado de mineral de uranio que Berkeley quiere ubicar en la zona de Retortillo, autorización que está recurrida en la sala del contencioso administrativo de la Audiencia Nacional por parte del partido EQUO y también por Ecologistas en Acción. La Confederación Hidrográfica del Duero también le ha concedido el uso del agua para la mina, a la vez que ha autorizado los vertidos al río Yeltes. Esta última autorización también la tiene recurrida el Ayuntamiento de Villavieja de Yeltes, pues tiene la toma de aguas para el pueblo pocos kilómetros más abajo de donde está previsto realizar los vertidos.

Donde más dificultades ha encontrado la empresa minera es a nivel local. Para la apertura de la mina es necesaria la autorización del cambio de uso del suelo por parte de la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Salamanca, en virtud de un expediente promovido por los municipios afectados, los dos con alcaldes del PSOE (la Junta de Castilla y León es del PP). En este sentido el ayuntamiento de Retortillo se muestra más favorable a los intereses mineros, pero el de Villavieja de Yeltes se ha posicionado claramente en contra de la apertura de la mina por lo que en la actualidad esta autorización no ha sido posible. El ayuntamiento de Villavieja pone pegas al proyecto en base a que el Consejo de Seguridad Nuclear considera los residuos de la mina como radiactivos de primera categoría y sin embargo la empresa ocultó este dato a los ayuntamientos.


2.- LAS CONSECUENCIAS


Los habitantes de esta zona se oponen a la mina por los efectos negativos que esta actividad va a suponer para la Comarca, así la existencia de una mina a cielo abierto a pocos kilómetros de algunos pueblos (2,5 km. en el caso de Retortillo) supondrá molestias y peligros para las personas que vivimos en esta tierra: explosiones con expulsión de polvo para la atmósfera (efecto negativo del gas radón), continuo trasiego de camiones y maquinaria pesada. También hay que contar con los efectos negativos que para el Medio Ambiente tienen este tipo de explotaciones: se formará un cráter de varias hectáreas de extensión y más de un centenar de metros de profundidad, con la consiguiente pérdida de la masa forestal, desviaciones de los cursos de agua, etc.

En este sentido también hay que señalar que el río Yeltes y sus márgenes, aledaño a la explotación, y atravesado, según el proyecto, por una cinta transportadora de mineral, están incluidos en la Red Natura 2000 con la consideración de Zona de Protección para las Aves (ZEPA) y Zona de Especial Conservación (ZEC). Si finalmente se abre la mina cabe la posibilidad de recurrir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ya ha fallado en contra de proyectos que puedan afectar negativamente a zonas protegidas (caso de una autopista entre Den Bosh y Eindhoven que afectaba a unas plantas de molinias en mayo de 2014).

Por otro lado no hay que olvidar que se trata de una mina de uranio y así el Consejo de Seguridad Nuclear exige que los residuos que se producen sean considerados como radiactivos. Estos residuos serán almacenados en la mina de por vida, estimándose que tardarán miles de años en degradarse.

Quienes están a favor de la mina argumentan que creará empleo en la zona, pero la misma empresa minera reconoce que de los 200 trabajadores que contará la mina sólo el 10 % serán personal no cualificado que puede proceder de los habitantes de los municipios cercanos a la mina. Además la vida útil de la mina es muy limitada en el tiempo.

Lo que no dice la empresa son los empleos que destruirá. Hay 65 personas trabajando en el Balneario de Retortillo, que se encuentra situado a menos de 1 km. de la mina, que ven peligrar su puesto de trabajo pues una actividad minera tan cercana es incompatible con los valores que promueven los balnearios. La actividad agrícola-ganadera también va a quedar dañada. Hay serios riesgos de que la ganadería se contamine con una radiactividad excesiva y no podrán superar los productos cárnicos derivados los controles sanitarios pertinentes. El turismo también es una fuente de ingresos que quedará condicionada por la actividad minera.
                
Un aspecto importante a considerar es la posibilidad de que se abra la mina y finalmente tenga que cerrar por la inviabilidad económica del proyecto ¿Quién asumiría el coste de restauración de la zona donde se hayan realizado las labores mineras si la empresa abandona a mitad de camino?


3.- PRÁCTICAS CLIENTELARES Y SOMBRA DE CORRUPCIÓN

    
La empresa Berkeley Minera de España S.L. surgió como filial de la empresa australiana Berkeley Resources, pero en la web de la primera no figura esa vinculación con la segunda, centrando toda su actividad únicamente en el proyecto de Salamanca. Al no explotar ninguna mina de ningún tipo en el mundo siempre han creído los grupos ecologistas y las personas que se oponen a la mina que se trata de un movimiento especulativo. Berkeley persigue obtener todos los permisos y crear la mínima infraestructura necesaria para posteriormente vender la explotación a alguna gran empresa que tenga como objetivo la explotación minera.

La empresa minera ha repartido dádivas entre los municipios afectados mediante la firma de unos convenios de colaboración que textualmente recogen la obligación de los ayuntamientos a emitir informes favorables por parte de los servicios jurídicos y técnicos municipales y la tramitación de los expedientes relativos a recalificaciones o autorizaciones urbanísticas. Resulta sorprendente, de dudosa legalidad y nula moralidad, que se pague un canon con antelación a la apertura de un negocio con el compromiso de facilitarlo. Así el ayuntamiento de Retortillo podría haber recibido 200.000 euros en virtud del convenio referido.

Por otro lado la Plataforma Stop Uranio que lucha contra la apertura de la mina ha presentado en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Ciudad Rodrigo una querella contra los regidores municipales del Partido Popular en el ayuntamiento de Retortillo (Salamanca) durante la pasada legislatura (2011/2015), la cual ha sido admitida. Se les investiga por presuntas irregularidades en su gestión al haberse podido lucrar personalmente o sus familias en relación al establecimiento de la mina de uranio en ese municipio.

El motivo de la querella en el caso del antiguo Alcalde (Fco. Javier Santamartina)  es el supuesto beneficio por la venta de unos terrenos, por un valor superior al precio del mercado, a la empresa Berkeley Minera de España S.L. para posibilitar la construcción de las instalaciones mineras. Para ello se tuvo que autorizar el uso excepcional de suelo rústico y conceder la licencia urbanística por parte del Ayuntamiento que regentaba.

En el caso de los señores Andrés Matías, Eustaquio Martín y Feliciano Sánchez (los dos primeros concejales actuales por el PP en el ayuntamiento de Retortillo) podrían haber cometido cohecho al haberse beneficiado, personalmente o personas de su entorno familiar, de la realización de trabajos, directos o por empresas interpuestas, a la vez que tenían que tomar decisiones en relación a la apertura de la mina de uranio a cielo abierto en esa localidad.

El ayuntamiento de Retortillo ha cambiado color político tras las elecciones de 2015, gobernado ahora por el PSOE, pero eso no ha significado una posición distinta sobre la apertura de la mina. Sí lo intentó Lorenzo Calderón, alcalde del PSOE durante un año hasta que tuvo que dimitir por la falta de apoyo de sus compañeros de partido, que se alinearon con los del PP para echarle por su intención de consultar a la población sobre la instalación minera.

El proyecto minero saltó a los medios de comunicación en diciembre de 2015 cuando una información recogió la noticia de que el Sr. Manuel Lamela (antiguo Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid) medió como lobbista ante la Comisión Europea para conseguir una opinión favorable de Europa a este proyecto minero. Lo llamativo del caso fue que el señor Lamela nunca ha tenido nada que ver con la actividad minera, siendo el único mérito conocido ser amigo del Comisario Arias Cañete que firmó el parecer favorable de la Comisión Europea. En este documento de la Comisión Europea se duda de la rentabilidad del mismo, lo que acrecienta las dudas sobre el proyecto.

Otros políticos con sombras en su gestión están vinculados al proyecto minero. Así la concesión de explotación minera otorgada en junio de 2014 la obtuvo Berkeley siendo Consejero de Economía y Empleo el Sr. Tomás Villanueva, implicado en varios casos de posible corrupción como la trama de los parques eólicos o el edificio la perla negra de Valladolid; y la autorización previa de la Planta de beneficio de mineral fue concedida siendo ministro José Manuel Soria, el de los papeles de Panamá y hoteles gratis en el Caribe.

La reacción de la empresa minera ante estas supuestas irregularidades ha sido plantear un acto de conciliación previo a la interposición de una querella por injurias y calumnias a dos destacados miembros de la Plataforma ciudadana que luchan contra la apertura de la mina. Con esta acción Berkeley pretende amedrentar y acallar las críticas al proyecto. Una vez realizado el acto de conciliación en el juzgado de Ciudad Rodrigo, el pasado 22 de junio de 2016, la empresa tiene vía libre para interponer la querella. Otra cosa será si es admitida a trámite o no, pues en el acto de conciliación lo único que quedó evidente es la distinta opinión que tienen unos y otros sobre los efectos de la mina para la comarca salmantina del Campo Charro.

En octubre del año pasado el ayuntamiento de Retortillo declaró personas non gratas para el municipio a los dos activistas que fueron sometidos al acto de conciliación previo a la interposición de la querella por parte de Berkeley, Jesús Cruz y José Ramón Barrueco, y por extensión a la Plataforma ciudadana Stop Uranio. Imaginamos que esa distinción negativa es un pago a los favores prestados por la empresa minera. 

Otro aspecto importante a señalar en la compra de voluntades por parte de Berkeley es su relación con los medios de comunicación. El único periódico que se edita enteramente en la provincia de Salamanca no da ninguna noticia que pueda afectar negativamente al proyecto minero y, por el contrario, continuamente ofrece información favorable a los intereses de Berkeley. Así se puede observar que esta empresa patrocina diversas campañas del periódico local. Este comportamiento es habitual en este tipo de empresas, como el caso de la Voz de Galicia y la mina de oro que la empresa canadiense Edgewater pretendía abrir en Corcoesto (A Coruña). El periódico regional más reconocido tampoco da información de nuestra lucha, posiblemente por su vinculación a IBERDROLA, empresa que ha firmado los proyectos de construcción junto con Berkeley.

La población de la Comarca está mayoritariamente en contra del proyecto, habiendo cambiado de posicionamiento tras las múltiples actividades y movilizaciones que ha planteado la Plataforma antimina, informando a la población de los riesgos que conlleva este tipo de minería.

Por otro lado, la empresa Berkeley mantiene una pequeña actividad de investigación de nuevos yacimientos contratando personas de la zona, lo que evidentemente conlleva ciertas afiliaciones personales. También se ha atraído a parte de la población local con diversas subvenciones de grupos deportivos, fiestas locales, mejora de instalaciones, reparto de regalos navideños, etc… Además de la realización de cursos de formación en prácticas de explosivos o agente de seguridad con vistas a tener a los desempleados pendientes de la posibilidad de encontrar un puesto de trabajo si finalmente se abren las instalaciones mineras.

En el verano de 2016 Berkeley acometió el desvío de la carretera comarcal que une Retortillo con Villavieja de Yeltes afectada por el proyecto minero. Este desvío fue denunciado ante la Guardia Civil por nuestra Plataforma. También el ayuntamiento de Retortillo preguntó a la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo si las obras realizadas requerían de la oportuna autorización administrativa. Tanto la Guardia Civil como la Comisión Territorial han dictaminado que se requiere autorización para realizar las obras, por lo que nosotros hemos presentado una denuncia ante la fiscalía por delito medioambiental el pasado 14 de febrero. En la denuncia hemos solicitado como medida cautelar la paralización de cualquier acción que repercuta negativamente sobre el medio ambiente de la zona, pues se están talando numerosas encinas a pesar de que no se tienen los permiso para proseguir con las obras de construcción de la mina.

José Ramón Barrueco Sánchez

Secretario/Portavoz de la Plataforma Stop Uranio.

Tlfno. 689149769



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